¿Píldoras Digitales?
Posiblemente este sea el principio de la llamada era de la “Terapia Digital” –el cual va más allá del uso de píldoras digitales– que pretende sustituir en algún punto al uso generalizado de pastillas.
Durante el 2017, la FDA (Food and Drug Administration) de EEUU dio luz verde para el uso comercial de una píldora que contiene un minisensor llamado Abilify MyCite que el ser humano puede tragar y monitorea el cumplimiento de tratamientos. Esto lleva al siguiente nivel la tendencia tecnológica de wearables (dispositivos de uso cotidiano para monitorear la salud).
Que una píldora transmita información después de ser ingerida es impresionante. Si pensábamos que ya vivimos en el mundo de la hiperinformación; ahora será nuestro propio cuerpo el que produzca millones de datos y nuevamente un software el encargado de interpretarlos y mostrarlos.
El primer –y más obvio– uso de esta píldora está dirigido a frenar el gasto desmedido de los gobiernos derivado de que los pacientes interrumpan sus tratamientos lo cual cuesta alrededor de $250 mil millones de dólares al año sólo en EE. UU.
Cuando un paciente no termina su tratamiento sus síntomas o enfermedad pueden empeorar y con esta salida al mercado de la primera píldora digital se pretende poner freno a esta mala práctica. Será un GPS y un método de seguimiento el encargado de decir la verdad sobre el cumplimiento del régimen del tratamiento y no el paciente.
Otro de los objetivos iniciales es que las farmacéuticas preparen tratamientos más personalizados para ciertos padecimientos que así lo requieren. Entramos ahora a la época en la que las pastillas serán hechas para nosotros y los consejos de la madre o abuela sobre qué tomar quedarán atrás.
Por el lado del software, este es un cambio revolucionario. Posiblemente será aún más importante el uso correcto de una aplicación de Historia o Expediente Clínico que complemente y se comunique con esta tecnología. Aquí los datos arrojados por las píldoras serán impensables y posiblemente ayuden al médico a tomar mejores decisiones o lo alerten de desvíos del tratamiento.
¿Qué sigue?
Posiblemente este sea el principio de la llamada era de la “Terapia Digital” –el cual va más allá del uso de píldoras digitales– que pretende sustituir en algún punto al uso generalizado de pastillas mediante software que sea capaz de coachear y sugerir al médico-paciente mejoras en sus tratamientos o prevención. Básicamente, es posible que la tecnología de la píldora digital se traslade a la alimentación; así que si el médico menciona que no debiste de comer esa hamburguesa, será mejor que no lo hagas porque terminará por saberlo.
Originalmente escrito por José Miguel Sainz, Nov 23, 2017