Nuestro cuerpo podría generar la cantidad de datos que nuestro auto.
La tecnología de software en salud podría explotar esos datos para tratamientos.
Hemos hecho a nuestros autos más inteligentes, pero no así a nuestros cuerpos. Obviamente no lo notamos, pero nuestros autos producen, analizan millones de datos por segundo para tomar decisiones. Hemos dotado a nuestros vehículos de miles de sensores; pero hemos sido muy malos en hacer lo mismo con nuestro cuerpo.
Las implicaciones de que distintos sensores puedan monitorear en tiempo real datos tiene básicamente dos implicaciones. Por un lado poder corregir segundo a segundo lo que puede estar sucediendo mal dentro del sistema y por otro lado el mantenimiento a largo plazo de dicho sistema. Ambas cosas pueden ser posibles en el cuerpo humano.
De hecho, los autos generan y procesan millones de datos por segundo. Nuestro cuerpo solo produciría 12 bits por día, lo cual haría más factible el uso de tecnología médica.
¿Qué se necesita para lograrlo?
Es posible que uno de los motivos por lo que no se haya logrado aún una disrupción y adopción médica de este tipo de tecnología es que aún sigue siendo costosa y que hay pocas empresas que apuestan a este futuro.
Uno de los mayores retos es crear chips y sensores cada vez más pequeños y menos costosos. La farmacéutica Novartis en conjunto con Google por ejemplo, han creado desde hace varios meses atrás lentes de contacto inteligentes. Además otras compañías ya han logrado hacer chips muy pequeños para el monitoreo de glucosa.
Evidentemente, el objetivo de esta tecnología es que el paciente tenga siempre una mejor calidad de vida. Así que la integración de este tipo de tecnologías con sus datos clínicos o cómo el hospital se conecta a su vez a dichos aparatos es también un punto de partida y freno para el desarrollo de estas tecnologías.
En el futuro, hospitales y médicos tendrán la necesidad de “conectarse” al cuerpo humano y así lanzar un mejor diagnóstico. La capacidad de los chips para analizar y tomar decisiones cuando el médico no esté cerca del paciente es sin duda una tendencia en la tecnología y la salud.